Una página negra en la historia argentina de la segunda mitad del siglo XX, se recuerda cada 16 de septiembre, desde los hechos ocurridos en 1976.
Es conocido con el nombre de "La Noche de los Lápices", el episodio de dolor de los sucesos de esa noche cruenta en que siete jóvenes dejaron sus vidas en la defensa de los reclamos por sus derechos de estudiantes secundarios (el reclamo de un boleto estudiantil que dio la excusa a quienes - haciendo abuso de poder- olvidaron los derechos del ser humano y cercenaron la vida de un grupo de jóvenes que luchaban por la reivindicación de sus derechos).
En ciertas etapas nefastas de la vida nacional, el contexto histórico y político aniquila a quienes alzan su voz, y hay hechos que no se deben olvidar para evitar que se repitan.
Aunque los avatares de nuestra democracia conlleve a grandes problemas económico-sociales, no debemos dejar de valorar y recordar nuestros derechos y garantías constitucionales, defender la educación pública y gratuita; pues a un pueblo educado y culto es más difícil dominarlo para quitarle su dignidad.
A la par de los Derechos y Garantías Constitucionales existen Deberes y Obligaciones que se deben respetar y cumplir, valorando la libertad que permite gozarlos a unos y cumplir con los otros.
Para que la muerte de vidas jóvenes caídas en la defensa de sus derechos, tenga un significado, es importante que se continúe siempre con la defensa de la formación de ciudadanos cultos, instruidos; es fundamental la capacidad de pensar, de discernir críticamente sobre sus propias razones, de escuchar otras posiciones y la de buscar formas de consenso que permitan la convivencia con justicia, con tolerancia, con solidaridad y con respeto.
Es conocido con el nombre de "
En ciertas etapas nefastas de la vida nacional, el contexto histórico y político aniquila a quienes alzan su voz, y hay hechos que no se deben olvidar para evitar que se repitan.
Aunque los avatares de nuestra democracia conlleve a grandes problemas económico-sociales, no debemos dejar de valorar y recordar nuestros derechos y garantías constitucionales, defender la educación pública y gratuita; pues a un pueblo educado y culto es más difícil dominarlo para quitarle su dignidad.
A la par de los Derechos y Garantías Constitucionales existen Deberes y Obligaciones que se deben respetar y cumplir, valorando la libertad que permite gozarlos a unos y cumplir con los otros.
Para que la muerte de vidas jóvenes caídas en la defensa de sus derechos, tenga un significado, es importante que se continúe siempre con la defensa de la formación de ciudadanos cultos, instruidos; es fundamental la capacidad de pensar, de discernir críticamente sobre sus propias razones, de escuchar otras posiciones y la de buscar formas de consenso que permitan la convivencia con justicia, con tolerancia, con solidaridad y con respeto.
Por eso, debemos defender la Democracia, siempre, para que NUNCA MAS haya una Noche de los Lapices .-
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