MIS OPINIONES

miércoles, 27 de julio de 2011

Qué son las Elecciones Primarias?

1. ¿Qué son las Elecciones Primarias?
                                                     
Por primera vez en la historia argentina, el próximo 14 de agosto de 2011 se celebrarán elecciones primarias.Las elecciones primarias son un método de selección de candidaturas para cargos públicos electivos nacionales y de habilitación de partidos y alianzas para competir por tales cargos.

Es decir, una o más listas de precandidatos de un mismo partido o alianza compiten entre sí, para conformar la candidatura con la que una agrupación política determinada podrá presentarse en las elecciones nacionales, siempre que haya obtenido entre todas sus listas de precandidatos un umbral de apoyo mínimo equivalente al 1,5% de los votos válidos en el distrito y para la categoría de cargo en la que pretenda competir en los comicios nacionales.



2. Qué se vota en las elecciones primarias?
                                                              
En las elecciones primarias, los ciudadanos votarán listas de precandidatos para los siguientes cargos electivos nacionales:
Cargos Electivos Nacionales Elecciones 2011 

  • Presidente y Vicepresidente de la Nación, en todo el país. 
  • 130 Diputados Nacionales, en todas las provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 
  • 24 Senadores Nacionales, en las provincias de Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. 



3. ¿Quiénes votan en las elecciones primarias?
                                                                      
Todos los ciudadanos argentinos - nativos, por opción o naturalizados - que tengan 18 años o más a la fecha de la elección nacional, tienen el derecho y el deber cívico de votar en las elecciones primarias.

Esto significa que quienes tengan 17 años, pero cumplan los 18 antes o el mismo 23 de octubre, también serán incluidos en el padrón y deberán votar en las primarias.

Para verificar si figurás correctamente en el padrón consultá en www.padron.gob.ar



4. Las elecciones primarias ¿son obligatorias para quienes no están afiliados a ningún partido político?                                                                                                                                                             Si participé de la elección interna del partido político al que me encuentro afiliado, ¿debo votar también en las elecciones primarias?
                                      Sí, las elecciones primarias son de carácter obligatorio para todos los ciudadanos que tengan 18 años o más al 23 de octubre, se encuentren o no afiliados a algún partido político.

En las primarias, la selección de candidatos no queda reservada exclusivamente a las preferencias de quienes estén afiliados a un partido político en particular, sino que se amplía a las de todos los ciudadanos inscriptos en el padrón electoral nacional.

La inasistencia al sufragio debe justificarse, en caso de enfermedad, causas de fuerza mayor o distancia geográfica, dentro de los sesenta días de celebrarse la elección, presentando los correspondientes certificados ante la Justicia Electoral con competencia electoral de su distrito.

5. ¿Quiénes pueden presentar precandidaturas en las elecciones primarias?

                                                                                                                    
Las agrupaciones políticas -esto es, partidos políticos, alianzas y confederaciones de partidos- son las únicas instituciones habilitadas para postular precandidaturas en las elecciones primarias.

Las precandidaturas deben contar con el aval de un número determinado de afilados a la agrupación política por la que pretendan presentarse.
 Este número varía de acuerdo a la categoría de cargo a la que se pretenda presentar precandidatura y se determina en función de un porcentaje del padrón de afiliados o del padrón del distrito, aplicándose el que sea menor.

Así, para postular precandidatos a senadores y diputados nacionales en elecciones primarias, cada precandidatura deberá estar avalada por un número de afiliados no menor al 2‰ del total del padrón del distrito o del 2% del número de afiliados de la agrupación política, el que sea menor.

En tanto, en el caso de las precandidaturas a presidente y vicepresidente de la Nación, el aval mínimo de afiliados requerido es igual al 1‰ de los inscritos en el padrón general, domiciliados en al menos 5 distritos, o al 1% del padrón de afiliados a la agrupación política de 5 distritos a su elección, en los que tenga reconocimiento vigente, el que sea menor.



6. Las agrupaciones políticas que postulen una única lista, ¿también deben presentarse en las elecciones primarias?
               
Sí. Las elecciones primarias son obligatorias para todas las agrupaciones políticas que pretendan competir en las elecciones nacionales, aún para aquellas que postulen una única lista de precandidatos, dado que son el único método habilitante para la selección de candidaturas y de agrupaciones que se presentarán en las elecciones nacionales.

Las agrupaciones políticas deciden quiénes serán sus precandidatos, pero son los ciudadanos a través de su voto quienes deciden entre los mismos.

De esta manera se impide que los precandidatos que sean derrotados en una elección primaria, compitan en la elección nacional, y se evita la proliferación de listas electorales que carecen de representación efectiva en la sociedad. Por eso, la participación no sólo de afiliados sino de la ciudadanía en general, generará que los candidatos seleccionados tengan mayor legitimidad social.7. ¿Quiénes pueden ser precandidatos en las elecciones primarias?La designación de los precandidatos es una atribución exclusiva de las agrupaciones políticas, a quienes en consecuencia les corresponde determinar los requisitos exigidos para ser precandidato por las mismas -pudiendo incluso postular a extrapartidarios-, debiendo respetar lo establecido en sus cartas orgánicas y en la normativa electoral vigente

No obstante la capacidad de las agrupaciones políticas para determinar requisitos a exigir a sus precandidatos, la normativa nacional prohíbe la postulación de precandidatos en las elecciones primarias a:Personas con auto de procesamiento o condena por delitos de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos. Personas que desempeñen cargos directivos o fuesen apoderados de empresas concesionarias de servicios y obras públicas de la Nación, provincias, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, municipalidades o entidades autárquicas o descentralizadas o de empresas que exploten juegos de azar. Cabe aclarar que continúan vigentes las demás exclusiones enumeradas en el artículo 33 de la Ley Nº 23.298 Orgánica de los Partidos Políticos.8. ¿Cuándo y dónde se vota en las elecciones primarias?Las elecciones primarias se realizarán en todo el país el próximo 14 de agosto, entre las 8 a 18 horas.

En las primarias y en las nacionales se votará en el mismo lugar, pero como las mesas electorales serán mixtas es muy probable que haya cambiado el lugar de votación respecto de la elección del 2009.

Por ello, se aconseja verificar el lugar de votación a partir del 30 de julio.
Los padrones provisorios y los definitivos podrán consultarse:


  • Por internet: www.padron.gob.ar 
  • Telefónicamente, llamando al 0800-999 PADRON (7237) 
  • Enviando un mensaje de texto (SMS) al 64646, ingresando la palabra "voto" (espacio) y el número de DNI seguido de la letra "M" si el elector es masculino o “F” si es femenino. , según el sexo del elector.- 



9. ¿Cuándo y dónde puedo consultar si estoy inscripto correctamente en el padrón electoral nacional?Los padrones provisorios podrán consultarse:

  • Por Internet: http://www.padron.gob.ar/index.php/
  • Desde el teléfono celular, enviando un mensaje de texto al 64646, ingresando la palabra "voto" (espacio) y el número de DNI seguido de la letra "M" o "F" según el sexo del elector. 
  • Telefónicamente, llamando a las líneas gratuitas 0800-999 PADRON (7237) 



10. ¿Con qué documento se vota en las elecciones primarias?
                                                                                            
Los documentos cívicos habilitantes para votar son los siguientes:Documento Nacional de Identidad (DNI Libreta tapa verde o celeste). Libreta Cívica. (LC) Liberta de Enrolamiento. (LE) El Nuevo DNI en formato tarjeta NO es documento habilitante para votar.

PARA VOTAR, ES NECESARIO PRESENTAR EL DOCUMENTO CÍVICO QUE FIGURA EN EL PADRÓN O UNA VERSIÓN POSTERIOR. Por ejemplo:si en el padrón figura LE y el elector se presenta con su DNI. si figura con el DNI original y se presenta con el DNI duplicado. si se presenta con un DNI "ejemplar B" y figura con un DNI "ejemplar A". Quienes se presenten a votar con un documento con una versión anterior al que figura en el padrón NO podrán votar. Por ejemplo:si en el padrón figura DNI y el elector se presenta con su LE. si figura con el DNI duplicado y se presenta con el DNI original. si se presenta con un DNI "ejemplar A" y figura con un DNI "ejemplar B". 



11. ¿Cómo se vota en las Primarias? ¿Cómo podré identificar las boletas de mi preferencia?
                                                                                                                                           Se vota como en las elecciones que ya conocemos, presentando el documento e ingresando al cuarto oscuro.

En el cuarto oscuro encontraremos boletas de distintos colores, cada uno de ellos corresponderá a un partido o alianza diferente. Asimismo, las boletas contendrán las fotografías de los precandidatos, para que cada elector pueda identificar mejor la boleta de su preferencia.

Como sucedía tradicionalmente, las boletas tendrán distintos cuerpos de acuerdo a las categorías electivas para las cuales el partido o alianza presente precandidaturas.

En caso que una agrupación política presente varias listas de precandidatos, las boletas serán del mismo color y denominación, pero se podrán distinguir por la letra que sigue al número de lista, y por los nombres y las fotografías de los precandidatos.

El elector sólo podrá votar por una precandidatura o lista de precandidatos de su preferencia para cada una de las categorías.

Luego de votar, el presidente de mesa sellará y firmará el documento del elector y se lo devolverá.


12. Al emitir mi voto, ¿tengo que elegir obligatoriamente la misma boleta para toda las categorías de cargos?
          No. En las elecciones primarias, cada elector podrá optar entre distintas listas de una misma agrupación política o de diferentes partidos políticos y alianzas, pero deberá emitir un sólo voto por cada categoría de cargos a elegir: Presidente y Vicepresidente de la Nación, Senadores (en las provincias en las que corresponda) y Diputados Nacionales.

Es decir, cada ciudadano puede elegir una boleta completa o cortar boleta por categoría de cargos, tanto entre listas internas de un mismo partido como entre listas de partidos diferentes. Lo que no debe, es elegir más de una opción para una misma categoría, pues su voto será computado nulo.-



13. ¿Por qué es importante votar en las elecciones primarias?
                                                                                              La implementación de las primarias constituye una modificación fundamental en el modo en el que se seleccionan las candidaturas para los cargos públicos electivos. El voto de todos los ciudadanos otorga una mayor democratización al interior de los partidos y eleva el nivel de legitimación de las candidaturas.

Además, se fortalece a los partidos políticos como herramientas de participación popular en los asuntos públicos, contribuyendo a una competencia política más estable. Permite a los ciudadanos conocer sus programas de gobierno, emitir un voto informado y controlar más adecuadamente el desempeño de sus representantes.

Con las elecciones primarias, los partidos políticos y los ciudadanos vuelven a adquirir centralidad en la decisión de todas las etapas del proceso electoral.


14. ¿Dónde puedo informarme más sobre las elecciones primarias?Para obtener más información o evacuar tus inquietudes sobre las elecciones primarias, podés consultar:




  • Telefónicamente, llamando a:(011) 4346-1841 / (011) 4346-1842 
  • Enviando un correo electrónico a: elecciones@mininterior.gov.ar / elecciones2011@mininterior.gov.ar
  • Por correo postal a:25 de Mayo 101, 3º Piso CP:1002ABC - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 
  • Acercate a los locales partidarios, PARTICIPA, DEBATI, PREGUNTA, LA DEMOCRACIA LA HACEMOS TODOS ..! 

martes, 26 de julio de 2011

REVOLUCIÓN DEL PARQUE, NACE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL.-

En 1886 Miguel Juárez Celman sucedió en la presidencia a su cuñado Julio Roca. De familia aristocrática, Juárez tenía entonces una larga carrera política que lo había llevado al gobierno de su provincia, Córdoba. Sin embargo, la crisis económica y un manejo poco claro de los fondos públicos oscurecieron su gestión.

La crisis financiera provocó la rápida devaluación de la moneda. Se comenzó a emitir dinero sin control, de manera que hacia 1890 había 190 monedas distintas circulando por el país. A este cuadro se sumó el endeudamiento con el exterior, la creciente inflación, el desempleo y la impopularidad que iba capitalizando Juárez, incluso en el partido que lo había llevado al poder. Por otra parte, sus políticas anticlericales habían provocado la oposición de la Iglesia y su intervencionismo en Córdoba y Tucumán sumaban enemigos hacia su gestión.


El año anterior un grupo de jóvenes opositores se había reunido en el Jardín Florida (un local de Florida y Paraguay) para organizar un frente contra el gobierno. De esa jornada surgió la Unión Cívica de la Juventud, de la que formaban parte, entre otros, Vicente Fidel López, Francisco Barroentaveña, José Manuel Estrada, Pedro Goyena, Aristóbulo del Valle y quien sería la figura central de la revolución, Leandro Alem. Esta primera conformación sumó el apoyo de Bartolomé Mitre y sus partidarios. La Unión Cívica cubría un interesante espectro social: aunaba sectores populares (en la persona de Alem), la aristocracia y las facciones clericales. Este último aspecto fue clave, las parroquias porteñas se convirtieron en los primeros puntos de organización del nuevo partido político, junto con la novedad de los “comités” barriales. De inmediato los líderes comenzaron a elaborar un plan para deponer a Juárez mediante una revolución armada. A la organización política del grupo se sumaron varios militares dispuestos ayudar a la causa de Alem y Mitre. El 1 de abril de 1890 se realizó un multitudinario mitin en un espacio de la calle Córdoba y una marcha hasta la plaza de Mayo, actos que sumaron presión al clima de insurrección. De estos actos surgió la Unión Cívica. La respuesta temerosa del gobierno fue el cambio de todo el gabinete.


Sin embargo el proceso revolucionario ya estaba desencadenado. Los líderes de la UC ultimaron los detalles estratégicos: el 21 de julio se realizaría la confrontación, el lugar elegido fue el Parque de Artillería (un depósito de armas ubicado donde hoy se encuentra el edificio de los Tribunales de la Nación) para evitar que el las fuerzas del gobierno tuvieran acceso a las municiones. El general mitrista Manuel Campos se estaba al mando de la organización militar, pero muchos civiles, de distintos extractos sociales, se dispusieron a armarse para la revolución. El 18 de abril Campos y otros fueron detenidos: la información se había filtrado. El militar permaneció encerrado durante algunos días, hasta que el día 22 Campos se reunió con Julio Roca y salió en libertad.


El levantamiento se trasladó para el sábado 26. En la madrugada de aquel día llegaron al Parque de Artillería varios cuerpos militares y una multitud de civiles. Todo daba a entender que la Revolución triunfaría sin mayores resistencias. Dentro del recinto aguardaban los nombres que dominarían la política argentina de las siguientes décadas: Juan B. Justo, Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear, Lisandro de la Torre, José F. Uriburu. Se organizó la defensa dentro y fuera del Parque, muchos ciudadanos se armaron y distribuyeron en los edificios de los alrededores con la boina blanca que caracterizaría más adelante los militantes radicales.
Mientras, Juárez Celman, aconsejado por Roca y Pellegrini, había salido de la ciudad. La contraofensiva estaba al mando del General Nicolás Levalle. En las inmediaciones de plaza Lavalle se produjeron los enfrentamientos armados durante el sábado y el domingo. Campos no daba orden de abrir el cerco que mantenía a los revolucionarios y a sus líderes encerrados por las fuerzas nacionales. Las bajas superaban el número mil, adentro los líderes discutían. Algo extraño estaba morigerando la revolución. El 27 se hizo un alto del fuego: los alzados pidieron un armisticio y el gobierno accedió rápidamente. Dos días después se firmó la capitulación. Juárez Celman, de vuelta en Buenos Aires, presentó su renuncia y la presidencia quedó en manos de Carlos Pellegrini. Juárez se retiró definitivamente de la política y quedó enemistado con Roca. Entre las bases revolucionarias se hablaba de traición. Un acuerdo entre Mitre y Roca había pasado desapercibido para Alem y los suyos. El convenio –a través de Campos- había determinado que Juárez no podía seguir en el poder, pero que Leandro Alem tampoco llegaría a la Casa Rosada.


La Revolución había fracasado, pero el mapa político comenzó a transformarse. La Unión Cívica se dividió en Unión Cívica Nacional, de Mitre, y la Unión Cívica Radical, que reunía a los seguidores de Alem. La UCR siguió su lucha política hasta conseguir llegar democráticamente al poder, en 1916, cuando Hipólito Yrigoyen alcanzó la presidencia.

Datos Curiosos


La cantidad de víctimas causadas por la Revolución del 90 nunca ha sido bien establecida. Distintas fuentes hablan desde 150 hasta 300 muertos, o en forma indiscriminada de 1.500 bajas sumando muertos y heridos.
En el Cementerio de la Recoleta se levantó un panteón en memoria de los caídos en la Revolución del Parque. Desde entonces, cada año, la Unión Cívica Radical realizaba una marcha de fuerte contenido político desde el centro de la ciudad hasta el panteón.
En el Panteón de los Caídos en la Revolución del Parque se encuentran enterrados también Leandro Alem y los presidentes radicales Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia.

Fuente: http://www.buenosaires.gov.ar/areas/ciudad/historico/calendario/destacado.php?menu_id=23203&ide=89

sábado, 23 de julio de 2011

“Mío es su último sangrado”

SACRALIZACION POPULAR DE UN FEMICIDIO SERIAL: EL CASO BARREDA

“El primer punto reside en ponerle nombre específico a este delito –advierte la autora–. Nominarlo femicidio significa rastrear la mano masculina detrás del crimen. Implica verbalizar, politizándola, la vocación misógina asociada con tradiciones patriarcales, que consiste en apropiarse de la vida y la muerte de las mujeres.”

 Por Eva Giberti *
El primer punto reside en ponerle nombre específico a este delito. Nominarlo femicidio significa rastrear la mano masculina detrás del crimen. Implica verbalizar, politizándola, la vocación misógina asociada con tradiciones patriarcales, que consiste en apropiarse de la vida y la muerte de las mujeres. Al decir de Celia Amorós: “Lo que ahora está sobre el tapete son las ventajas epistemológicas y políticas de singularizar conceptualmente el femicidio idiosincrático”. Se trata entonces de avanzar, como se viene sosteniendo desde el feminismo, en una teoría crítica de la sociedad que se ocupe de las relaciones entre los géneros globalizados y posglobalizados. Para lo cual precisamos abrir otro canal: hoy se mata en otro mundo. Es un mundo en el cual los transgéneros están en superficie y los dualismos bipolares han caducado. O sea, cuando afirmamos “un hombre mata una mujer” mantenemos esa polaridad convencional que la presencia de las subjetividades e identidades de los transgéneros han desordenado. No obstante, al decirlo de ese modo incorporamos, en la semiosis social, mediante ese estrechamiento discursivo (el que produce la bipolaridad), el giro lingüístico claro y rotundo: un hombre mata a una mujer. Es la palabra compaginada para que nos escuchen. Lo llamaremos asesino, por convención semántica. Pero no se trata de asesinar, sino de matar mujeres, que no es un giro lingüístico intercambiable con mentar el asesinato.
El femicidio como delito con entidad propia visibiliza, de manera estridente, la relación simbólica que anuda al homicida con las ideologías patriarcales de la ciencia del derecho. Por una parte, acerca del disvalor de las mujeres que impregna intensamente la codificación de nuestras leyes y los contenidos de las sentencias. Por otra parte, la relación simbólica del homicida con esas sentencias y deslizamientos del Derecho que se cotizan en impunidades, “falta de pruebas” y libertades condicionales.
Paralelamente, precisamos irrumpir mostrando las estadísticas que evidencian la cantidad de mujeres asesinadas, estadísticas con las que no contamos si se exceptúan los aportes de las agencias periodísticas, pero la cifra arriesga opacar la mirada y la acción sobre el imperio que la misoginia ha construido. Porque en esta índole de relación entre hombres y mujeres se reproduce el fenómeno antiguo de la caza reiteradamente asociada con la violación.

La sangre y su interfase

El varón en tanto cazador está decidido a verter la sangre de la víctima. La sangre es un capital de las mujeres, ceñido al ciclo menstrual y a la pretensión del himen virginal. Se establece entonces el isomorfismo entre la sangre que producimos las mujeres y el derramamiento mortal del femicidio.
Al matar, el femicida irrumpe en este circuito vital de la intimidad corporal creando su propio vertedero de sangre que habrá de coagularse con el transcurrir de las horas y genera de este modo una interfase, ya que expone brutalmente a su víctima a las miradas de la policía, los médicos y el periodismo. Interfase que no se menciona como tal y en la que se ingresa mediante las miradas de las fotos que ilustran los hechos. Es el triunfo maníaco de su obra que, con las fotografías escaneadas en la intimidad de los laboratorios de criminología o públicamente, multiplica de manera obscena el efecto de las heridas resecas. Triunfo maníaco porque consolida su último dominio: “Mío es su último sangrado”.
Las teorías y aportes sociológicos y psicológicos acerca del femicidio reconocen el abuso de poder, el despotismo, la misoginia y sus derivaciones sociopolíticas. Precisan, aunque no todas lo mencionen explícitamente, la presencia de un cuerpo de mujer que siempre fue la prenda para el triunfo masculino. En violación y femicidio, los dos ataques máximos a la integridad de un ser humano. Ambas penetran de manera irreparable en el cuerpo de la mujer.
Teniendo en cuenta el valor de símbolo que acompaña la presencia o mención de la sangre en la mujer a la que históricamente se le instituyó valor de maleficio, también se la describió como suciedad adosada al misterio de esa fuente escondida.
El género masculino se campeoniza en lograr lo irreparable dentro y sobre esos cuerpos de mujeres que constituyen el cebo para el triunfo: no hay vuelta atrás una vez que violaron y mataron. Una vez que se vertió sangre algo está roto. No en vano, los griegos prohibían el derramamiento de sangre al matar a una mujer. Así lo escribe Nicole Loreaux: “Para la mujer, la sangre es cotidiana; al morir debe evitar derramarla (...). y suspenderse en el aire, estrangulada, como Yocasta. El hombre muere en la batalla, escindido por la espada y vertiendo su sangre: Jamás un hombre elige colgarse, aunque alguna vez lo pensara, siempre en la tragedia griega, un hombre se mata como hombre. Para una mujer, en revancha, la alternativa queda abierta: buscar en el nudo de una cuerda un final bien femenino o apoderarse de la espada –como Deyanira– para robarles a los hombres su forma de morir...”
¿Cuál es y cómo es la rabia y el terror de quien no es asesino, sino es aquel que elige matar a una mujer? Con uno que mata ¿cuántos otros gozan?

El caso Barreda

¿Cuántos comparten esa pulsión de poder con perspectiva femicida? Imposible conocer el venero masculino, pero sí es posible analizar la obscenidad que determinadas producciones en Internet consagran. Por ejemplo: En mi país se creó un modelo que concentró la caza dentro del territorio del victimario (su casa) cuando asesinó, sucesivamente y en los parámetros del mismo horario a su esposa, a su suegra y a sus dos hijas de 24 y 26 años, respectivamente. Asesinato serial y doméstico. Suficientemente conocido en nuestro país.
En sus declaraciones ante el juzgado sostuvo que estaba harto de padecer humillaciones provenientes de estas cuatro mujeres, quienes lo apodaban, diariamente, con el sobrenombre de “Conchita”, para humillarlo. Es decir, lo “transgeneraban” ofensivamente otorgándole rango anatómico vulvovaginal. Lo transformaban semánticamente en mujer, fatalmente, sin menstruación.
El apelativo Conchita asocia el nombre de este genital de la mujer con una sexualidad denigrada, abarcativa de todas las funciones genitales. La enlaza con la pasividad y con la castración, que serían las descalificaciones con las que sus víctimas lo humillarían. Lo cual no deja de resultar extraña, tratándose de cuatro mujeres que eligieran, para agraviarlo, una extensión de sus propias anatomías. Nunca sabremos si realmente Conchita era el insulto que recibía. Eso fue lo que declaró. Y el imaginario social y popular entendió que había sido agraviado por esas cuatro mujeres que al nombrarlo sustituían el falo por la hendidura.
Buscó silenciar las voces que, según sus dichos, le habrían ordenado “andá a podar la parra que es para lo único que servís”. Parra, la vid que crecía en el patio posterior de la casa. Buscó la tijera podadora y al hacerlo encontró, guardada, la escopeta calibre 16.5 que su suegra le había regalado al regresar de su viaje a España. En ese momento –dijo– decidió el asesinato serial.
¿Sucedió de este modo? ¿Por qué la parra se introduce en esta escena? ¿Cuál fue la bíblica función de la hoja de parra? Cubrir los genitales de Adán y los de Eva, después de haber violado la ley divina.
¿Existió realmente ese mandato en la voz de las mujeres? La parra sin duda existía y si la menciono, se debe a que en la imagen de Barreda en la estampita que lo glorifica y circula por Internet, la tijera de podar ocupa un lugar privilegiado. Forzar las coincidencias excede esta presentación, pero los genitales alterados (conchita refiriéndose a un varón) en la discursividad que Barreda organiza y selecciona para presentarse entre el tribunal, se enreda con los rizomas de la vid, que no es una presencia ingenua en el mito bíblico que aparece como transfondo bizarro en este múltiple femicidio. Porque al fin y al cabo, la vulgarización del mito bíblico apuesta a la parra en relación con los genitales. Y la genitalización –verbalizada como “conchita”– forma parte de los documentos periodísticos con los que contamos para informarnos acerca del delito. Escopeta y tijera de podar son los dos atributos que exhibe en sus manos el femicida, gracias al talento imaginativo de quien diseñó esa estampa de San Barreda, que transparenta mucho más de lo que quizá se propuso. Y que resaltaría muy extenso desanudar interpretativamente. Además de riesgoso.
Desde este análisis sólo tendríamos un asesino serial y cuatro femicidios agravados por el vínculo. La novedad, en territorios de la icónica y de la discursividad social, reside en la estampita, la imagen santificada del sujeto que comenzó a circular por los medios y en Internet utilizando su foto, añadiéndole una oración, y solicitándole “protección” contra las mujeres despóticas. Además de las listas y “clubes” dedicados a sacralizarlo. (Cabría reflexionar si no estamos ante el delito de inducción al femicidio.)
El objetivo es crear una representación mental que naturalice el crimen, teniendo en cuenta que las representaciones se producen y recrean en la interacción social, de allí el interés en difundirlas por los medios e Internet.
La novedad que implica este cuádruple femicidio se asimila al sistema de significaciones y significados que tienen quienes crearon la estampita acerca de las mujeres, dicho de otro modo, esta novedad femicida verifica el discurso dominante acerca de las mujeres, particularmente acerca de lo insoportables y violentas que somos. De quienes es preciso defenderse al precio del homicidio.
Cabe interpolar la idea del goce corporal que puede haber suscitado el conocimiento de este cuádruple crimen en determinados sujetos, la resonancia corporal, por identificción masiva con el acto de matar mujeres, quizás anticipando en el deseo de algunos. Pero este resonador personal no sería suficiente para intentar una descripción y explicación en un nivel más abarcativo la creación de una representación social que aliente los femicidios al naturalizar el hecho de matar porque “ellas me maltrataban”. La comunidad instala un valor ajeno al preexistente: no matarás, sustituyéndolo por “siempre y cuando que no se trate de mujeres molestas”.
Tanto la pléyade de opiniones a favor y en contra del sujeto, propiciada por los medios de comunicación, así como la circulación de la estampita instalan un proceso de familiarización con el crimen de mujeres a punto de tornar inteligible lo sucedido porque “ellas lo maltrataban”, según las declaraciones del homicida.
¿Habría contraprueba posible?
La santificación popular del asesino promueve al femicida al rango de protector de los varones frente a los ataques malévolos de las mujeres. Ante lo extraño e incomprensible y aun intolerable del suceso, la comunidad busca adaptar lo ocurrido creando debates alrededor de lo intolerable y organiza respuestas –la estampita es una de ellas– desde el discurso misógino. Lo cual la transforma en una comunidad peligrosa para las mujeres. A pesar de las legislaciones referidas a sus derechos.
La estampita podría considerarse un hecho fortuito y coyuntural, si no contáramos con las evidencias de femicidio. Y las conductas que podemos considerar anticipatorias atentas/os al incremento de pedidos de ayuda que recibimos en la línea 137 y el contacto cotidiano con mujeres amenazadas de muerte. O sea, tanto los debates cuanto la estampita constituyen una periferia de los femicidios cuya importancia reside, justamente, en su construcción como periferia acompañante del crimen instituido por algunos miembros de la comunidad.
Al decir de Carlos Rozanski: Esa cultura histórica de violencia e impunidad es la característica más importante del femicidio, que la diferencia del resto de los homicidios. Eso, a su vez, condiciona a los operadores, que influenciados por aquellos mitos, estereotipos y prejuicios de género que atraviesan el fenómeno realizan intervenciones que con frecuencia favorecen a los asesinos y contribuyen a la impunidad. Una de las maneras más tradicionales en que se evidencia esa tendencia es tratar los casos e investigaciones como si fueran delitos comunes y sin características tan específicas (...) Cada vez que se comprueba que la mayoría de los femicidios tienen atrás una historia previa de denuncias y pedidos desesperados de ayuda nunca respondidos por quienes tienen la obligación de hacerlo, el acto se repite.
* Este texto recorta alguno de los temas expuestos en la conferencia “Femicidios en Argentina. Aportes y análisis de la sacralización popular de un femicidio serial: el caso Barreda”. Lo expuse en el Congreso Género. Feminismo, diversidades, invitada por la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Costa Rica, Instituto de Estudios de la Mujer. 20 de junio de 2011.


Fuente : Pagina/12 http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-172679-2011-07-21.html

jueves, 21 de julio de 2011

La amistad en tiempos de revolución: Belgrano y San Martín

Por Juan Marcelo Calabria - Asociación Cultural Sanmartiniana 
“Mi Tebaida”
Es muy difícil determinar cuándo comenzó, o cual fue el primer contacto que tuvieron los dos hombres más grandes que ha dado nuestro país. Pero sí podemos asegurar que desde la llegada al Río de la Plata del, entonces, teniente coronel José Francisco de San Martín, Manuel Belgrano se interesó por conocerlo.

Así el 25 de setiembre de 1813 Belgrano le escribía: "¡Ay! Mi amigo? Y ¿qué concepto se ha formado usted de mí? Por casualidad o, mejor diré, porque Dios ha querido, me hallo de general, sin saber en qué esfera estoy. No ha sido esta mi carrera y ahora tengo que estudiar para medio desempeñarme, y cada día veo más y más las dificultades de cumplir con esta terrible obligación".

Quizás la comunicación comenzara mucho antes de esta fecha; sabido es que San Martín venía aconsejando al General Belgrano sobre las distintas técnicas de guerra y la eficacia de unas armas sobre otras, en especial sobre la conveniencia de la formación de un cuerpo de lanceros en el Ejército de su mando.

En medio de estas instrucciones, enviadas por el futuro libertador de América al creador de la Bandera, se producirán las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, que motivarán esta nueva comunicación del hombre de mayo hacia el jefe de los granaderos a caballo: "No siempre puede uno lo que quiere, ni con las mejores medidas se alcanza lo que se desea: he sido completamente batido en las pampas de Ayohuma cuando más creía conseguir la victoria; pero hay constancia y fortaleza para sobrellevar los contrastes y nada me arredrará para servir; aunque sea en la clase de soldado, para la libertad e independencia de la patria... lo pedí a usted desde Tucumán, no quisieron enviármelo; algún día sentirán esta negativa".

Finalmente las ansias de Manuel se cumplieron y celebraba en sendas cartas del 17 y 25 de diciembre de 1813, respectivamente la cercanía de su, ya para entonces, "entrañable amigo", escribiendo: "No sé decir a usted lo bastante cuánto me alegro de la disposición del gobierno para que venga de jefe... Vuele usted, si es posible; la patria necesita de que se hagan esfuerzos singulares y no dudo que usted los ejecute según mis deseos, para que yo pueda respirar con alguna confianza y salir de los graves cuidados que me agitan... Crea usted que no tendré satisfacción mayor que el día que logre tener la satisfacción de estrecharlo entre mis brazos y hacerle ver lo que aprecio el mérito y honradez de los buenos patriotas como usted".

Y más adelante, en la nueva comunicación Belgrano sentenciaba: "Porque estoy firmemente persuadido de que con usted se salvará la patria y podrá el ejército tomar diferente aspecto: soy solo; esto es hablar con claridad y confianza: no tengo ni he tenido quien me ayude y he andado los países en que he hecho la guerra como un descubridor, pero no acompañado de hombres que tengan iguales sentimientos a los míos, de sacrificarse antes que sucumbir a la tiranía porque la América aún no estaba en disposición de recibir los grandes bienes de la libertad e independencia; en fin mi amigo, espero en usted un compañero que me ilumine, que me ayude y quien conozca en mí la sencillez de mi trato y la pureza de mis intenciones, que Dios sabe no se dirigen ni se han dirigido más que al bien general de la patria y sacar a nuestros paisanos de la esclavitud en que vivían En fin mi amigo, hablaría más con usted si el tiempo me lo permitiera; empéñese usted en volar, si le es posible, con el auxilio, y en venir a ser no sólo mi amigo, sino maestro mío, mi compañero y mi jefe si quiere; persuádase que le hablo con mi corazón, como lo comprobaré con la experiencia constante que haga de la voluntad con que se dice suyo... Manuel Belgrano".

Finalmente, luego de una larga travesía llegaba San Martín al Norte y luego del inmortal y famoso abrazo que se dieron ambos amigos en la Posta de los Algarrobos - no en Yatasto como tradicionalmente se ha afirmado - se alojaron en la estancia de las Juntas, propiedad de Manuel José Torrens y a partir de allí compartirán un corto, pero sin duda muy interesante tiempo al frente del casi desaparecido Ejército del Norte.

Durante estos meses ambos líderes lograran intercambiar experiencias y conocimientos; transmitiendo, el uno, todo lo aprendido en una guerra sin recursos y una revolución altisonante, pero ininterrumpida desde el grito de Mayo del que fue protagonista y artífice; el otro todo su saber y profesionalismo obtenido luego de servir más de 20 años en los ejércitos europeos; pero lo más significativo es que en estos pocos días que Belgrano y San Martín compartirán en el frente norte de la guerra por la independencia, forjarán una amistad y admiración mutua que perdurará por siempre.

Lamentablemente la política porteña y las decisiones de los "hermanos" masones obligarán al General Belgrano a rendir cuentas de sus derrotas en Buenos Aires, pese al insistente pedido de San Martín al gobierno, para que permitieran al vencido general Belgrano quedarse en aquel destino a su lado.

A partir de allí los caminos de uno y otro se bifurcan, pero nunca dejarán de mantener estrecha comunicación, y de manera constante se presentarán ocupados y preocupados, cada uno en su destino revolucionario, pero siempre conectados por el bien de la patria grande: América.

Belgrano se convertirá a partir de aquel encuentro en un sincero consejero y no dudará en marcar a San Martín su opinión en aquellas decisiones que consideraba podían tener un resultado distinto al esperado; así, por ejemplo, ante la iniciativa de San Martín de permitir los duelos entre los oficiales, Belgrano le señaló lo inconveniente de esta medida en especial teniendo en cuenta la injerencia de los preceptos religiosos en los pueblos de su mando.

De ese modo, ésta y muchas otras sugerencias serán escuchadas por José y ambos sostendrán de manera pública y privada la admiración que uno y otro se profesaban, la que se resume en el concepto que tenían uno del otro: para Belgrano, San Martín valía por todo un ejército y muerto aún, podía, como el Cid conducir las huestes a la victoria. En tanto que San Martín, opinaba sobre Belgrano, que aún careciendo de la ciencia de un Moreau o de un Bonaparte "era lo mejor que se tenía en América".

Dos hombres, dos destinos, una causa, una patria? y un legado imborrable de Amistad que solo la muerte del hombre de mayo pudo cortar.

Ambos nos dejaron un Legado de Liderazgo y Patriotismo que debemos retomar y sobre el valor de la Amistad, la unión y concordia construir una nueva Nación.



Fuente : http://www.losandes.com.ar/notas/2010/5/20/opinion-490870.asp